“La Escuela debe ser un lugar donde aprendamos a vivir en comunidad, a conversar, a debatir y a trabajar en conjunto”

Noticias

Juan Carlos García, director ejecutivo del Centro Interdisciplinario de Neurociencias UV e integrante del directorio de Fundación Educación Futuro

El director del CIN-UV manifestó que “reconocer y dignificar la educación pública como un espacio de todos puede ser un cambio de paradigma fundamental para los años que vienen”.

“No vamos a tener una verdadera democracia sin una verdadera educación”, señala Juan Carlos García, director ejecutivo del Centro Interdisciplinario de Neurociencias de la U. de Valparaíso. El profesional se unió al directorio de Fundación Futuro convencido por la urgencia de cambiar nuestro paradigma educativo y de integrar a las ciencias en la construcción global de una propuesta más inclusiva, capaz de recoger la riqueza de la diversidad como un valor, y cuyo empuje no venga solamente de parte de los profesores, dice, sino “de toda la sociedad, a partir de gobiernos que prioricen la educación como pilar fundamental del desarrollo.”

¿Cómo recibe la invitación de Fundación Educación Futuro para integrarse a su directorio?

Es una iniciativa no solamente que tiene mucho sentido, sino que tiene también mucha urgencia. Como Centro de Neurociencias e investigación una de nuestras prioridades siempre ha sido cómo acercar la ciencia a la ciudadanía, entendiendo que la ciencia es parte de la cultura y la comprensión del conocimiento requiere de las ciencias, las humanidades, las artes. Sumarnos a esto, es que la ciencia se sume a una mirada mucho más global de construir una propuesta para las nuevas generaciones. No vamos a tener una verdadera democracia sin una verdadera educación, y motivarnos a esto, desde la región de Valparaíso es lo que nos hizo tanto sentido.

¿Cuál es su diagnóstico del sistema educativo actual?

Hay un problema de base. Tenemos que cambiar nuestro paradigma de la educación. No debe significar memorizar datos y conceptos. Educar tiene que significar la capacidad de reflexionar, de aprender, de hacerse preguntas, de ver en el otro una posibilidad de respuesta y no solamente creer a pies juntillas lo que yo creo. Le educación tiene que ser capaz de reconocer en cada uno de los individuos la capacidad y la potencialidad de construir el futuro a partir de los propios conocimientos y de los conocimientos de los otros. Educar es entender qué es lo que hemos construido como sociedad, nuestros aciertos y errores. Reconocer que hay múltiples tipos de inteligencia. Recoger esas máximas pueden ser la gran oportunidad que nosotros entreguemos como Fundación.

¿Qué brechas educacionales deberían ser atendidas prioritariamente?

La educación tiene un pilar fundamental que la sostiene que son sus profesoras y profesores, que hoy están haciendo un tremendo esfuerzo por niños que no solo necesitan ser educados, sino que requieren una educación de calidad.

La debilidad la tenemos en la poca prioridad que le damos a la educación dentro de un marco de la sociedad. Entregarle más herramientas a los profesores y profesoras, nuevos insumos, nuevas maneras de educar, nuevos conocimientos; pero también mejores condiciones. Una Escuela no es solo un lugar donde se van a aprender materias, sino el lugar donde se va a convivir con una parte de la sociedad, que es el resto de los alumnos, profesores y profesionales del ámbito educativo.

Y esa construcción de sociedad no es algo que debe venir solamente de la fuerza y el empeño de los profesores, sino también de toda la sociedad, a partir de gobiernos que prioricen la educación como pilar fundamental del desarrollo.

«Hay algo que hemos venido impulsando hace un tiempo, y creo que la Fundación puede ser un excelente camino a ello, que es reconocer a los establecimientos de educación pública como verdaderos centros de encuentro de la sociedad.»

Vista la Escuela como el primer ecosistema social en que aprenden a relacionarse los niños como individuos, ¿En qué aspectos estamos al debe?

Cuando hablamos de Educación cívica yo cambiaría el concepto por uno más amplio que es Cultura cívica. Creo que la Escuela debe ser un lugar prioritario donde aprendamos a vivir en comunidad, aprendamos a conversar, aprendamos a debatir, aprendamos a reconocer en el otro una mirada distinta a la nuestra respecto de la percepción de la sociedad, y aprendamos a trabajar en conjunto. La Escuela debe ser un lugar donde podamos decir que, no basta con salvarse a sí mismo con las propias notas, sino donde la sociedad se construye a partir de los aportes colectivos, a trabajar en grupo, y a pensar que los diferentes procesos de aprendizaje son distintos en unos y en otros. Unos tendrán habilidades para las matemáticas, otros para las ciencias, otros para las humanidades o para las artes. Y eso no lo hace mejor ni peor estudiante o persona.

Reconocer una sociedad desde la infancia y desde la educación, nos va a permitir construir una sociedad luego más madura para hacerse cargo de un país que tiene tremendos desafíos; y donde la desigualdad parte, justamente, por el acceso a una educación completa que permita a todas las personas tener una vida digna.

¿De qué manera le gustaría aportar, por medio de la Fundación, a que el país alcance estas transformaciones educacionales?

Hay algo que hemos venido impulsando hace un tiempo, y creo que la Fundación puede ser un excelente camino a ello, que es reconocer a los establecimientos de educación pública como verdaderos centros de encuentro de la sociedad. Es decir, un establecimiento público no solamente debe servir a los estudiantes sino también a las comunidades que lo rodean. Si tienen espacios deportivos que ojalá en los momentos en que no hay clases puedan ser usados por la comunidad del sector, lo mismo sus salas de clases. Que puedan ser un verdadero espacio cívico en una comunidad y eso tiene varias cosas que son, a mi juicio, muy importantes, primero: reconocer y dignificar la educación pública como un espacio de todos, segundo: porque la sociedad completa nos involucramos en el cuidado y desarrollo de ese espacio, y tercero: porque logramos acercar un tremendo trabajo que hacen los profesores y profesoras con lo que hace a la sociedad y se empiezan a vincular entre ellos. Dignificar la educación pública también es dignificar sus establecimientos, y esto es, que la sociedad también sea parte de ellos. Ese puede ser un cambio de paradigma fundamental para los años que vienen.

Fundación Educación Futuro lanzó el concurso de innovación y creatividad pedagógica, Videas 21, ¿qué expectativas tiene de esta iniciativa?

Lo primero es que queremos reconocer que los y las docentes tienen muy buenas ideas que merecen ser escuchadas y que a partir de ahí podemos mejorar la educación pública. Y lo segundo: es que seguramente vamos a tener ideas tremendamente diversas, porque las realidades que se viven son muy diversas. Y, ojalá, los que ganen el concurso, sean aquellos que pueden responder con innovación a una mayor cantidad de realidades de la educación en Chile, desde cada una de las regiones, con culturas distintas. Con ello, creo que vamos a reconocer también que nuestra educación puede ocupar ese poder de la diversidad como una riqueza y no como una pobreza, como a veces siento que se percibe hoy.

Comparte: