
El profesional sostiene que los docentes como “grandes contextualizadores y re-contextualizadores del presente social” pueden contribuir al desarrollo y ejercicio de la capacidad crítica de los estudiantes.
En estos momentos en que el país atraviesa por grandes cambios, la educación ofrece un espacio abierto para co-crear e innovar, y ante la necesidad de que pueda transformarse en un gran momento de reflexión sobre los nuevos pactos sociales, declara el periodista Claudio Elórtegui, docente de la Escuela de Periodismo PUCV y miembro del directorio de la Fundación Educación Futuro.
El doctor en Ciencias de la Comunicación sostiene que los docentes como “grandes contextualizadores y re-contextualizadores del presente social” pueden contribuir al desarrollo y ejercicio de la capacidad crítica de los estudiantes, ejerciendo un liderazgo participativo, que inspire, a través de la educación, a crear soluciones que estén más en sintonía con las grandes problemáticas sociales y medioambientales de nuestros territorios.
¿Qué lo motiva a formar parte del directorio de Fundación Educación Futuro?
Estamos en un momento crucial de grandes transformaciones en nuestro país y en nuestros territorios, por tanto, el tema Educación siempre es una agenda abierta para co-crear, para innovar, y por la necesidad de que la Educación pueda transformarse en un gran momento de reflexión sobre los nuevos pactos sociales. Todos quienes estamos vinculados en los procesos educacionales sabemos el potencial que tiene para nuestros países y para encarar las grandes brechas que tenemos en diferentes ámbitos de nuestra vida cotidiana. Por tanto, feliz de poder integrarme en una fundación que tiene estos objetivos también y que quiere pensar, reflexionar, pero también actuar sobre este ámbito.
¿Cuáles son las principales brechas educacionales que le preocupan en el ámbito de su competencia?
Las que más me preocupan son las brechas comunicacionales, tanto en accesos de contenidos, no sólo mediático, en cuanto a las plataformas, la digitalización y conectividad. Todo lo que implica reducir los elementos aplicados a un internet abierto. Y también la vinculación con los contenidos que se generan en estas propias plataformas, así como la posibilidad que tengan las personas de participar en procesos de democratización que puedan estar estimulados por la tecnología. Soy un ferviente creyente de que la tecnología puede acercarnos más y posibilitar procesos de participación mucho más efectivos.
Otro tipo de amenazas están dadas por los accesos y por cómo las plataformas tienden a ingresar en procesos de extrema privatización. Creo que ahí se abren espacios de amplia innovación en que la comunicación está llamada a dar su aporte para el encuentro y la vinculación en nuevos pactos sociales donde las comunidades puedan estar llamadas a imaginar un nuevo horizonte.
¿De qué manera le gustaría aportar, a través de la Fundación, para enfrentar los desafíos educativos de nuestro país?
Fundamentalmente, uno puede integrarse a equipos de trabajo y a redes interdisciplinares y también ir acercando perspectivas en las que uno ha podido trabajar o investigar para ponerlas a disposición, de manera colaborativa, con otros actores del ámbito de la educación. Creo mucho en la posibilidad de que esas experiencias se trasformen en diálogos, mediante los cuales podamos imaginar y crear en conjunto instancias nuevas, innovadoras, creativas.
«Las profesoras y los profesores están llamados a ser motivadores, deben desplegar un liderazgo participativo, abierto, facilitador, que pueda entusiasmar. Son grandes contextualizadores y re-contextualizadores del presente social»
Cómo docente, ¿cuál debería ser el rol de los profesores en este proceso de transformación del modelo educativo?
Las profesoras y los profesores están llamados a ser motivadores, deben desplegar un liderazgo participativo, abierto, facilitador, que pueda entusiasmar. Son grandes contextualizadores y re-contextualizadores del presente social, aplicado a las diferentes materias, disciplinas y desarrollo de competencias que requieren nuestras niñas, niños y adolescentes y también los que ingresan a la educación superior. Todos los niveles educativos debiesen tener una mayor conexión, creo que hoy la fundación está pensando mucho en ese ámbito acercando las experiencias universitarias a la educación básica. Aquí la figura de las y los maestros es esencial, desde ahí, a mi juicio, se construye parte de las estructuras que deben estar fundadas en la dignidad de la persona humana que está en el centro del proceso de enseñanza y aprendizaje.
Dentro de las mejoras al modelo educativo se propone poner acento en la formación socioemocional de los estudiantes, así como el reforzamiento del desarrollo de la capacidad crítica. ¿qué opina al respecto?
Luego de lo vivido con la pandemia, es esencial resguardar, proteger, socializar; pero también atender de manera eficiente y destinando los recursos adecuado para aquello, desde el punto de vista de las políticas públicas y cómo esto se va integrando como una preocupación y como una prioridad en los proyectos formativos. Sin embargo, el área de la capacidad crítica es de la que pudiese hablar con mayor propiedad, producto de mi experticia y esa es la que constantemente hay que desarrollar, estimular y contrastar con las nuevas formas de hacer y practicar nuestros vínculos que se está dando por la ampliación hacia nuevos espacios de encuentro mediáticos y digitales que van a ser tan importantes como los espacios físicos.
La capacidad crítica debe empezar a operar desde muy temprana edad y debiese estar presente en las diversas fases de formación de una persona, cosa que en la universidad se pudiese abrir esa fase crítica a cómo, desde las problemáticas de que somos testigos, podemos crear soluciones que estén más en sintonía, por ejemplo, con los objetivos de sostenibilidad haciendo una bajada a las grandes problemáticas de nuestros territorios.
¿Considera que las universidades están formando adecuadamente a los docentes para que éstos, a su vez, puedan traspasar a sus alumnos las habilidades y competencias necesarias para enfrentar los desafíos del futuro?
En general, uno lo que puede observar es un compromiso muy fuerte por integrar procesos de mejora continua, tanto en la formación de mallas curriculares como en las experiencias en que se integran esos procesos formativos para que, finalmente, esto tenga un impacto concreto en la vida curricular de una persona que ingresa a un sistema educacional, entendiendo que este sistema es cada vez más amplio, más abierto.
Creo que las universidades están con un desafío tremendo. Siempre el espacio de las universidades será de profundo revisionismo, de inspiración y de revelación de los signos de los tiempos y creo que en eso estamos avanzando. Además, una perspectiva mucho más interdisciplinaria va a ser necesaria para enfrentar estos grandes problemas e inquietudes que tenemos a nivel social.
La educación o el futuro de la misma va ligado a cómo vamos resolviendo los problemas medioambientales que tenemos, los problemas de pobreza y que, en general, están bien delineados en los Objetivos de Sostenibilidad de las Naciones Unidas. Ahí están los grandes desafíos de la humanidad, de nuestra civilización. Y la educación va a ser clave para poder llegar a ese estado y poder tener una sociedad mucho más armonizada, ecuánime y justa.