“Es importante que los jóvenes no solamente tengan acceso a la tecnología, sino que también sepan usarla”

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Máximo Méndez, director ejecutivo Empresas Los Álamos e integrante del directorio de Fundación Educación Futuro.

El empresario villalemanino plantea la necesidad de capacitar a los jóvenes desde muy temprana edad en el uso de herramientas tecnológicas, a fin de facilitar su adaptación al uso de las nuevas plataformas, lo cual , a su juicio, implica una nueva forma de pensar.

Con el cierre de los establecimientos educacionales producto de la pandemia, el traslado de las clases al ambiente virtual agudizó la brecha tecnológica entre los hogares con mayores recursos versus aquellos con menores ingresos o de lugares apartados. Una barrera no menor, en un mundo que avanza hacia la interacción digital. En este contexto, potenciar el uso de herramientas tecnológicas entre profesores y alumnos con fines educativos y para una mejor proyección laboral es lo que motiva a Máximo Méndez, director ejecutivo de empresas Los Álamos a incorporarse al directorio de Fundación Educación Futuro.

El empresario villalemanino plantea que en algunas universidades de Estados Unidos ya no se imparte la carrera de Ingeniería en Informática porque los jóvenes aprendieron herramientas de programación en su paso por la enseñanza media. Por ello, debido al rápido avance tecnológico, considera necesario que nuestro sistema educativo capacite a los jóvenes desde muy temprana edad en el uso de estas herramientas, a fin de facilitar su adaptación al uso de las nuevas plataformas, lo cual , a su juicio, implica una nueva manera de pensar.

¿Qué lo motiva a aceptar la invitación de Fundación educación Futuro a ser parte de su directorio?

El desafío de poder entregar a nuestros jóvenes en Chile mayores herramientas para su desarrollo educacional y para enfrentar el desafío tecnológico. Estamos entrando en una nueva era, mirando hacia el futuro y, como dice la Fundación, hacia la nueva forma de educar.

¿Qué brechas educacionales visualiza como preocupantes?

En el uso de las herramientas de la educación, hay una enorme diferencia entre los jóvenes que han tenido acceso a nuevas herramientas tecnológicas con los niños que no han tenido acceso a estas herramientas tan importantes para el futuro, el manejo de softwares importantes, o cosas básicas como Excel. Se nota mucho la diferencia, lamentablemente.

¿En qué línea de trabajo de Fundación Educación Futuro le gustaría colaborar?

Parte del proyecto que estamos llevando a cabo es premiar las buenas ideas, mi labor quizás como empresario es entregar las herramientas a aquellos docentes, que tienen una visión de cómo hacer las cosas pero que necesitan de ciertas plataformas para llevarlas a cabo. Y eso es lo que nosotros queremos darles a los profesores las herramientas para llegar a los niños. Es importante que los jóvenes no solamente tengan acceso a la tecnología, sino que también sepan usarla. Que sepan que internet es un mar de conocimientos, que no es solamente el uso de redes sociales, sino que hay muchas otras cosas que se pueden hacer, como aprender a programar y a generar contenido de principio a fin. Esa es una nueva forma de pensar.

El concurso VIDEAS 21 apunta a premiar las buenas ideas en el aula, ¿qué impacto espera que tenga esta iniciativa de Fundación Educación Futuro?

Ojalá tenga un gran impacto. Esperamos esto se pueda contagiar en el buen sentido y expandir. Aquí necesitamos ayuda de los docentes para que ellos puedan motivar a los jóvenes, entreguen una nueva visión de cómo hacer las cosas, les planteen desafíos e incentiven la creatividad de los niños. Que podamos pasar del libro a los métodos audiovisuales 2.0.

«Parte del proyecto que estamos llevando a cabo es premiar las buenas ideas, mi labor quizás como empresario es entregar las herramientas a aquellos docentes, que tienen una visión de cómo hacer las cosas pero que necesitan de ciertas plataformas para llevarlas a cabo.»

Pareciera que las empresas han conseguido adaptarse más rápidamente a los cambios del mercado y la educación se ha quedado un poco atrás.

Por necesidad hemos dado un gran salto al uso de herramientas audiovisuales para comunicarnos, aprender y trabajar como zoom, meet, y otras, lo cual sin pandemia no eran habitual emplear, tanto para aprender como para trabajar. Por lo tanto, esta puede ser una gran oportunidad para adaptarnos al uso de herramientas tecnológicas.

En algunas universidades de Estados Unidos ya no se imparte la carrera de Ingeniería en Informática porque los jóvenes aprendieron las herramientas de programación en su paso el equivalente a la enseñanza media. Los jóvenes están a la vanguardia. Está avanzando tan rápido el desarrollo de hardware y softwares que no tiene sentido tener una carrera de 5 años, porque lo que se estudia en el primer año queda obsoleto en el último. Por esto es importante a nivel educacional, entregarles estas herramientas tecnológicas a los jóvenes desde muy temprana edad, para que se adapten a las nuevas plataformas y a un mundo y a una educación virtual, puedan investigar y desarrollar en base a estas nuevas plataformas.

Estamos en un proceso de transformación del perfil profesional que no siempre es fácil encontrar.

Yo me quedo con la responsabilidad y el orden de una persona mayor de 45 años, que no nació con las herramientas tecnológicas, sino que tuvo que aprenderlas. El manejo de un computador es esencial. Esta capacidad que tienen los jóvenes es realmente abrumadora. Me encanta trabajar con jóvenes y el futuro está integrado al desarrollo tecnológico en todas las áreas. Sin embargo, me preocupa su baja tolerancia al fracaso. Si los jóvenes no aprenden a conocer la derrota o no saben que los problemas tienen distinta capacidad de solución, vamos a tener profesionales muy frustrados en el futuro. La vida no es solo la puerta A o la puerta B. La vida tiene un abanico de opciones y a veces queremos la respuesta a nuestras preguntas inmediatamente y hay que tener paciencia. Las cosas no llegan a veces tan rápido.

¿Cómo imagina la Escuela del futuro?

La escuela y la educación del futuro no va a tener fronteras, no va a tener lugares físicos. Yo creo que a los jóvenes les van a enseñar a aprender, a usar las herramientas para que ellos mismos puedan investigar. Un alumno del futuro es un alumno inquieto, que le gusta crear, ya sea contenido para sus redes sociales o cosas de ese tipo. Y querrá aplicar todas las herramientas tecnológicas disponibles para saciar su hambre de conocimiento y de expresión. Esto se evidencia en las redes sociales que los jóvenes han inundado con contenidos, una plataforma que también debería usarse para hablar de biología, ciencia, historia o rendir una prueba.

Creo que la tarea para la casa no va a existir, creo que los niños trabajarán en base a logros, les establecerán metas. Imagino la escuela más dinámica, más abierta, no tan encasillada en un horario. Y la investigación será el futuro.

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